Las fragancias más deseadas ya no se encuentran en el Duty Free. Los grandes conglomerados lo saben y van a la caza de las ’boutiques’ del olor.

A principios del mes de abril floreció en el centro de Milán un jardín de flores sin vida y sin olor. El único elemento real verdadero que residía en aquel era el aroma secuestrado en un tubo transparente que el visitante podía disfrutar al acercar su nariz. Se trataba del evento Urban Scent Garden, comandado por Celso Fadelli, presidente y curador de la empresa Intertrade Group y su vicepresidente y director creativo Cristiano Seganfreddo. La intención de la compañía, dedicada al sector de los perfumes nicho, era representar el contraste entre lo verdadero y lo falso que muchas veces se da en el negocio de las fragancias. Esta era la sexta edición de este trasunto de exposición que este año recibió a 1.000 visitantes y ha visitado Moscú, Bucarest, Londres o Berlín.